martes, 26 de junio de 2012

Cielo Abierto, Cerro Muerto.


Por René Garin.


La industria minera ha crecido vorazmente en torno al auge de las economias,apuntalandola dentro de los primeros lugares.  En México se situa en el segundo lugar después de los hidrocarburos. El testimonio extraccionista en el valor comercial de los metales en las economias emergentes seducen las posibilidades de explotación de los recursos naturales.  En el margen, el cobre y el oro figuran componiendo una extensa conflagración del aparato del capital.  Ante ello paises como Brasil recurrieron a reformar sus leyes ante el expansionismo crítico de China.


En México tenemos concesionadas áreas importantes  a mineras extranjeras, una tercera parte del territorio.  Cooptadas por el gobierno que ha fusionado la explotación estratégica del patrimonio integral natural al que difícilmente se congratularán los ecosistemas, mucho menos a los dueños de las reservas.  Es notorio el desequilibrio que fomenta este tipo de industria;  Deteriorando permanentemente las áreas.  En el caso del oro, por mil toneladas removidas de tierra, se obtienen no menos de un kilogramo de dicho mineral.  El arsénico, utilizado para disolver las impurezas del mineral son mezcladas con agua.  Un proceso que aniquila especies inclusive la humana.  Se filtran en los mantos acuíferos, envenenando los pozos de agua.  Deviniendo en un cáncer futuro para las poblaciones.  Indiscriminadamente, la técnica de explotación a cielo abierto incurre en el consumo de materiales explosivos, cercenando el paisaje para siempre.

Ante ello el foro Cielo Abierto, Cerro muerto, esclareció la fórmula de intención en la nomenclatura;  Proyectos de Muerte en Puebla, son eso al augurar las diez mil hectáreas concesionadas al grupo Carso en el norte del estado.  Ahuacatlan y en Tetela de Ocampo en su mayoria, dicha región osculta el mayor desfogue extraccionista.  A lo cual en voces de los académicos cómo Sergio Tischler (Buap), reconoce que estas reuniones son una resistencia.  Ante la debacle constructiva de la destrucción al cual se homologan tanto el campesinado y la población urbana;  inciden categóricamente en la explotación misma del individuo.  El lenguaje de dominación, ejemplificando el ¨desarrollo¨, preámbulo de una satisfacción, prosperidad en el que se es inclusivo el papel humano cuando es una hipocresia abierta y dirigida a la dispersión otorgada por la finalidad de abarcar sus metas mercantiles.  Sergio indica que las palabras matan, el lenguaje debe cambiar para este programa de muerte al que plantear un lenguaje de vida y de lucha es abiertamente necesario.  No se puede tener una idea de progreso bajo la realidad de la catástrofe.  Constituir la dignidad misma de la comunidad.


Menciona; las grandes luchas, son reuniones de pequeñas luchas. Recordó a Womack, uno de los principales biógrafos de Zapata, al que en 1994 figuró en una entrevista de La Jornada. Mencionaba Womack el rigor de la revolución del campesino que simplemente no gerenciaba una vida lejos del mismo campesinado por tener una vida digna dentro de su propio entorno.  Citaba el artículo 27 de la Constitución el cual habla a viva voz que la armonia económica no está deslindada de la visión del campo y su germen dentro de la vida en el pais.  Estrechamente el mismo neoliberalismo que transgrede, al unísono nombre de un Salinas de Gortari que dió por vencida la realidad de dichos estatutos en una carrera de muerte que no termina.  Hizo una observación tacita de los zapatistas, al mismo que la Asamblea General de Aniversario  de la Consulta Comunitaria.  Desglosando un documento de la Cordinadora de comunidades en resistencia en defensa de los recursos naturales y medio ambiente, fechado en 2011.  Las poblaciones Guatemaltecas de San Pedro Jocopilas; Cunen, Aguacatán, Región Ixil, Santa Cruz del Quiche, Ixcán, Chinique y Aspantlán.  Reviraron dichos pobladores la extención de la explotación en su país.  A lo que algunos interlocutores de procedencia abierta y clara enunciaron en dicho foro un espejo al que se desea intervenir.  Homologando criterios en asambleas, dictamenes necesarios que osculten posiblidades de concordia.  John Holloway extendió su ponencia esclareciendo su postura, a la que indudablemente no sentía afin su responsiva con dicho foro, puesto que el formato de Proyectos de Muerte, no es menos que irrisorio, hay que celebrar la vida, asentuó.  Manifestando que habríamos de ser una especie de vida entre muchas más, que celebran su consciencia. La dinámica de muerte del capital, gestando la rebeldía se asume la vida. No es el futuro de Tetela, es el futuro de la humanidad misma.  Reconquistar el lenguaje, al reconocimiento mutuo a la comprensión.  Sucedaneamente  en el foro, grupos cómo Unitierra y Unitona, extendieron su participación.  En virtud de los pueblos originarios que son los principales afectados por la hetacombe rapáz en el que los situan en ninguna parte.  Un campesino les habia mostrado a los ponentes unas manzanas, a la vista de Holloway tenian su propio lenguaje escriturado en vida.


Citando el título ¨me llamo Rigoberta Menchú y asi me nació la consciencia¨, capítulo diez. ¨De que nosotros adoramos, no es que adoremos, sino que respetamos una serie de cosas de la naturaleza.  Las cosas más importantes para nosotros. Por ejemplo, el agua, es algo sagrado.  La explicación que nos dan nuestros padres desde niños es que no hay que desperdiciar el agua, aunque haya.  El agua es algo puro, es algo limpio y es algo que da vida al hombre.  Sin el agua no se puede vivir, tampoco hubieran podido vivir nuestros antepasados.  Entonces, el agua la tenemos como algo sagrado y eso está en la mente desde niños y nunca se le quita a uno de pensar que el agua es algo puro¨.


¨La tierra es ingrata cuando la habitan hombres ingratos.¨
Miguel Ángel Asturias, ¨Hombres de Maiz¨.

REMA: Había un País, Hay un País, Hay una Regeneración en Marcha

Había un país que se decía era un cuerno de la abundancia, pues ni la larga historia de saqueo colonial y neocolonial de casi 500 años, se lo acabó; pero llego la llamada modernidad neoliberal y en poco más del último cuarto de siglo acumuló una deuda (un pasivo) ambiental del tamaño una vez y medio el valor de toda la riqueza producida en un año (el PIB).

De continuar esta política estaremos heredándole al pueblo que ya nació, una de las deudas más altas del planeta, creada por un modelo basado en dogmas fracasados que benefician a un puñado de empresas ambiciosas en complicidad con funcionarios corruptos o irresponsables.

Una destacadísima parte de ese modelito ha sido la política minera que ha entregado más de un tercio del territorio nacional en concesiones mineras. Concesiones que una vez bajo el control privado, se venden, compran, transfieren o unifican bajo mecanismos especulativos de las bolsas de valores, y se interpretan y ejercen como patentes de corso con protección de funcionarios a su servicio o complicidad. La minera en Cerro de San Pedro, SLP es el ejemplo mas descarado, aunque no único, de funcionar sin permisos,  contra las leyes y la vida de la comunidad.  

[Foto: Lilia Avalos; Explotación minera en Cerro de San Pedro, S.L.P. por New Gold-Minera San Xavier].

El gran López Velarde, refiriéndose al petróleo, hablo de los veneros del diablo; para nuestro tiempo la escala de la tecnología minera, sobre todo de la minería metálica, y su gran capacidad destructiva,  esta arrasando con veneros y dejando cráteres lunares y páramos como cicatrices sobre la Suave Matria Mexicana. 

Y si el poeta resucitara ahora se moriría de ver su querida Zacatecas entregada y gobernada por el capital trasnacional. Porque donde el modelo extractivo minero trasnacional o trasnacionalizado se asienta, se convierte en Poder dentro del Estado, las instituciones quedan a su servicio y sociedad y medio ambiente son un insumo desechable.

“Es  un proceso agresor, depredador y  manipulador que posiciona los intereses económicos por encima de la vida misma, la sostenibilidad del ambiente y la diversidad cultural. Es un modelo perverso y sin ética, que utiliza el “maquillaje  verde”,  la  responsabilidad  social  empresarial y se autodefine como  “minería verde, sustentable y responsable”, que promueve en nuestros países el falso mito del “desarrollo” y la “economía verde”, y se basa en los supuestos avances tecnológicos que sirven para destruir en el menor tiempo posible los territorios” (Declaración Política del M4).

Los actuales actos de propaganda gubernamental y trasnacional sobre los supuestos beneficios económicos de la gran minería, se deben poner en la balanza real con los daños y los costos de la deuda socio-ambiental y política para el país. Ya no se puede seguir escondiendo los daños bajo el tapete de la retorica de la responsabilidad empresarial voluntaria. El modelo extractivo minero de alto impacto responde a la lógica implacable de la ganancia especulativa y poco le importa la Suave Matria Mexicana del futuro.  

Por esos daños y amenazas ha surgido un creciente movimiento comunitario de escala nacional que resiste y lucha por impedir que se expanda la metástasis minera y destruya el territorio y lo que todavía queda del imaginado cuerno de la abundancia.

Como el tratamiento al cáncer, exigimos políticas públicas del tamaño del daño actual y potencial. Aquí ni los placebos, ni las aspirinas funcionan. Se requiere recuperar soberanía sobre los bienes naturales de la Nación y el patrimonio de las comunidades. 

El verdadero realismo y pragmatismo, con visión de futuro para las comunidades, requiere construir políticas de transición que nos garantice salir del modelo extractivo minero destructor. Y como  etapa preventiva se requiere la prohibición expresa de la minería con uso del paquete tóxico altamente peligroso.

Aún sin reforma legal, bastaría detener el entierro neoliberal del Derecho Agrario y ejercerlo con firmeza junto a las facultades municipales, el derecho ambiental y los compromisos del derecho internacional, para ponerle un primer alto a la metástasis generalizada minera. Al anacronismo y corrupción institucional, como a los vampiros, los espanta la luz, la transparencia y la firme rendición de cuentas.  La firme  exigencia fiscal y el pago de adeudos le darían al Estado Republicano poder para detener la grave erosión de la soberanía nacional, los asesinatos y la criminalización de la protesta social que promueven las mineras y respaldan sus embajadas. 

Los movimientos sociales comunitarios afectados por la minería se han puesto en marcha para exigir y ejercer sus derechos, pero también para contribuir a regenerar las condiciones locales y nacionales que nos garanticen una Matria donde tengan prioridad y congruencia los valores sociales y de la naturaleza.

Gracias
Ing. Mario Martínez Ramos y Dr. Alejandro Villamar,
Miembros de la Coordinación Nacional de REMA (Red Mexicana de Afectados por la Minería)
La Paz, B.C.S. Febrero 06 de 2012